En aguas reguladas la práctica continúa hasta mediados de octubre
Hoy es el último día de que disponen los aficionados para lanzar la caña en las aguas no reguladas por embalse, con la excepción del río Curueño, en el tramo comprendido entre su nacimiento y el límite inferior del coto de Valdepiélago, que retrasa el cierre (bajo la modalidad sin muerte) hasta el 31 de agosto.
Esta veda adelantada, implantada desde hace años a causa de la escasez de caudales y a la presión pesquera que soportan los ríos, está plenamente aceptada por la mayoría de pescadores que la ven compensada con la prolongación de la temporada hasta el otoño en los ríos regulados, pero existe el criterio generalizado de que debe extremarse la vigilancia para evitar las acciones furtivas que suelen producirse durante la época veraniega.
La temporada continúa hasta el día 15 de octubre en los tramos regulados de los ríos Cea (desde el puente de Villamartín de Don Sancho hasta el límite con la provincia de Valladolid), Esla (aguas abajo del embalse de Riaño y sus aguas embalsadas), Porma (aguas abajo del embalse del Porma y en el tramo libre sin muerte de este embalse), Luna (aguas abajo de la central de Mora y aguas embalsadas del embalse de Barrios de Luna), Órbigo (en todo su curso hasta el límite provincial) y Sil (aguas abajo del embalse de Bárcena y sus aguas embalsadas). En este último, en el tramo entre los embalses de Las Rozas y Bárcena, también se podrá seguir practicando (bajo la modalidad sin muerte) hasta el 31 de agosto. Durante agosto seguirán rigiendo los cupos de establecidos (4 truchas en las zonas libres y en los cotos el número dispuesto en su reglamentación), pero a partir del 1 de septiembre sólo podrá practicarse la pesca en su modalidad sin muerte, empleando moscas artificiales o cucharillas, con anzuelos de un solo gancho y sin arponcillo, para facilitar la extracción y evitar lesiones al pez durante su manipulación.